PodrÃa susurrarle al amanecer sentimientos errantes, y dejar que la sinfonÃa de mis recuerdos me empuje al vacio del pasado.. Envuelta por el tacto de las ciegas caricias de tus labios recorriendo mi rostro sin pudor y besando los mÃos dando paso a la fogosidad de nuestra pasión, de las memorias, cuando era prisionera del deseo de tu mirada y el frÃo no era más que un mero rumor entre tus brazos, y del olor de tu piel que recordaba cada rincón de mi cuerpo y era capaz de asfixiar mi mirada entre suspiros.
Pero todo aquello que podrÃa hacer se pierde como un viejo bote que vagabundea en las profundidades del mar. Ya solo queda avanzar, al paso del anochecer que engulle las sombras del dÃa, mientras las calles permanecen silenciosas bajo la atenta mirada de la luna. Cierro los ojos quizás a la espera de desmoronarme ante el reflejo de mi presente y rencontrarme con mi futuro, pero por mucho que observe mi reflejo solo soy capaz de añorar una realidad inalcanzable..
Mi boca expira una última bocanada de aire sin esperanza.. Pero un aroma conocido despierta mi mente alzando mi mirada frente el espejo, y ante mà mi reflejo entrelaza sus dedos con los mÃos empujándome con fuerza dentro de una nueva realidad, fundiéndome con él. El aroma a jazmÃn envuelve mi cuerpo construyendo un sendero solo para mÃ. Y miro por última mi pasada estancia, solo queda una gastada ventana solitaria y él tras ella arañado el cristal suplicando que vuelva quizás para poder caer al fin en su propio vacÃo, pero aquà sus golpes no emiten sonido alguno, y sus gritos se desdibujan al son de mi sonrisa, y me dispongo a correr por mi sendero, es curioso pero el viento parece darme la bienvenida.
Porque me empapas de sensaciones al hablar, y me despojas de mi al mirar, no sé nada de ti y me temo que tú demasiado de mÃ.. Eres un pétalo de mi flor de jazmÃn, T’estimo.