Eso me alentaba hasta lo más profundo de mi ser. Lentamente el temor a retroceder huÃa, ahora podÃa alargar mi mano al pasado, y acariciar a todos aquellos rostros que conocà y, tal vez perdÃ. Ya de nada servÃa ignorar, u olvidar..
Entendà que el pasado reside en todas aquellas personas que han ido pasando por tu vida, relatando cada uno de tus pasos, como libros. En cierta manera consiguieron despertar en mà ternura, y quizás agradecimiento.
Puede que no lo supiera jamás, pero lo que sà sabÃa era que ahora me tocaba a mÃ, era mi turno.
Y entre tantos recuerdos y sentimientos, despertó de su dulce sueño devolviéndome a la realidad, con su labios, con sus caricias, con su mirada..
Si, ahora es mi turno
Pero ir contracorriente, tampoco es tan mala idea después de todo. Siempre &cuando; te lleve hacia adelante.