Sorprende como da la bienvenida la ciudad de los mil y un rostros anónimos. La ciudad donde su fugacidad te invade de tal manera que el único contacto que mantienes con otras personas es en el metro, cuando en una de tus idas y venidas, por accidente, cruzas durante un instante tu mirada con la de otra persona...
Pero New York siempre te ofrece insignias para perderte en ellas como The Brooklyn Brige, donde el óxido y la estética delatan su ancianidad, y a cada paso que das sus maderas crujen susurrándote su historia.
Pero New York siempre te ofrece insignias para perderte en ellas como The Brooklyn Brige, donde el óxido y la estética delatan su ancianidad, y a cada paso que das sus maderas crujen susurrándote su historia.